Calendario del huerto: qué plantar en Julio y cuáles son las tareas del mes
El huerto nunca toma vacaciones y julio lo deja claro, en medio de lluvias, calor y días largos, hay plantas que ya están listas para la cosecha y otras que apenas comienzan su camino.

Julio es un mes que muchos asocian con vacaciones, calor y descanso, pero para quienes tenemos un huerto en casa, sabemos que este mes esta lleno de oportunidades y responsabilidades. Algunos cultivos están en plena producción, otros están por nacer y unos cuantos más se despiden de la temporada.
Todo depende de dónde vivas y del clima que te toque pero en general, este mes es excelente para planear, sembrar y cuidar con buena planeación. En muchos lugares de México y América Latina, julio es un mes lluvioso y esto, aunque puede ser maravilloso, también puede traer exceso de humedad, plagas y hongos.
Julio es el momento perfecto para pensar a futuro, porque lo que sembremos ahora va a darnos frutos en los meses venideros donde el frio se empiece a sentir… así que no es solo trabajo de mantenimiento también de planeación, y es aquí en donde el huerto se convierte en un pequeño laboratorio de decisiones.
Las plantas “hablan más claro” y nos dicen si algo les hace falta, si están felices o si necesitan un cambio. Las señales están ahí, solo hay que saber leerlas: hojas que se ponen amarillas, tallos que se doblan, insectos raros que aparecen de la nada, todo eso nos da pistas. Así que si tienes un huerto en casa, este artículo es para ti.
Qué se puede plantar en julio
Julio es más “amable” de lo que pudiera parecer, aunque muchos piensan que con tanto calor ya no se puede sembrar mucho, la verdad es que hay una buena cantidad de cultivos que se dan perfectamente en esta época. Eso sí, hay que conocer bien el clima de nuestra región y saber si estamos en una zona templada, zona tropical o en altitudes diferentes.

En regiones cálidas y con lluvias la naturaleza será generosa con nosotros y podremos sembrar frijol, calabaza, maíz, chile, jitomate y pepino. Estas plantas aman el calor y la humedad y si las sembramos directo en el suelo, aprovecharán muy bien la temporada.
En cambio, en zonas más templadas o con lluvias escasas, podremos apostar por cultivos de ciclo corto como rábanos, lechugas, espinacas y acelgas. Una ventaja de sembrar en este mes del año, es que las temperaturas altas aceleran la germinación, siempre y cuando las semillas no se sequen.
Algo muy recomendado en esta época es aprovechar los huecos. Si tienes zonas del huerto que ya dieron cosecha (como cebollas, ajos o zanahorias), puedes utilizar ese espacio para hacer nuevas siembras. Así mantienes el suelo activo y no dejas tierra descubierta, lo cual ayuda a evitar erosión y pérdida de nutrientes.
También es buen mes para empezar semilleros para el otoño, es decir, aunque parezca temprano, puedes ir germinando en charolas plantas como brócoli, col, coliflor o lechugas de invierno. Así, cuando llegue septiembre, ya tendrás plántulas listas para trasplantar.
Tareas importantes en este mes
El trabajo en el huerto no se detiene con el calor. De hecho, julio es uno de los meses más intensos en cuanto a mantenimiento, hay que estar muy atentos al riego, al control de plagas y al estado del suelo, porque todo cambia rápido en esta temporada y lo que no se atiende, se puede perder en unos cuantos días.

Lo más urgente siempre es el agua, aunque haya lluvias, no todos los días llueve parejo y algunas plantas necesitan riegos más constantes. Una buena práctica es revisar el suelo con el dedo; si está seco en dos o tres centímetros de profundidad, toca regar.
En esta mitad de año, es momento de abonar y nutrir el suelo, muchas plantas están en plena etapa de floración o fructificación, y eso requiere energía. Compostas bien hechas, lixiviados de lombriz o biofertilizantes líquidos pueden marcar la diferencia en nuestra producción.
Recuerda que la humedad y el calor son el combo perfecto para que aparezcan hongos, pulgones, mosca blanca y otras plagas molestas. Por eso es importante hacer revisiones frecuentes, usar preparados naturales como jabón potásico, extracto de ajo o neem, y evitar el exceso de humedad estancada.
Y por supuesto; no hay que olvidar la poda. Quitar hojas secas, guiar ramas, limpiar las plantas permite que circule mejor el aire y evita la proliferación de enfermedades, además de que esta tarea mejora el acceso a la luz y ayuda a que las plantas concentren toda su energía en los frutos.
Por último, no te olvides del descanso. Sí, suena raro decirlo en medio de tantas tareas, pero el huerto también es un lugar para disfrutar. Julio es un buen mes para sentarte a observar, aprender, tomar fotos, escribir lo que ves. Llevar una bitácora te ayuda a conocer mejor tu espacio y a mejorar con cada temporada.
Julio puede parecer un mes caótico en el huerto, pero en realidad es una de las épocas más emocionantes hay mucho por hacer, pero también mucho por ganar y con algo de organización, observación y ganas de aprender, este mes puede ser de los más divertidos y llenos de aprendizaje.